martes, 27 de noviembre de 2012

Editores de diarios repudian intimidaciones a periodistas



La Plata,  26 Nov (InfoGEI).- Los editores de diarios y periódicos de la provincia de Buenos Aires nucleados en Cadypba, manifestaron su más “enérgico repudio por las denuncias penales  de las que fueron objeto los periodistas Roberto Caballero, Sandra Russo, Nora Veiras, Javier Vicente, Edgardo Mocca y Orlando Barone”,  por parte del Grupo Clarin, por el sólo hecho de hacer públicas sus opiniones, presentándolas además, como de “incitación a la violencia”.

A falta de las figuras de “calumnias e injurias –dicen los empresarios periodísticos pymes-, cuya derogación impulsó este Gobierno, y sancionó el Congreso Nacional, en 2009, resulta preocupante que Clarín pretenda ahora encuadrar a los periodistas denunciados que manifestaron su opinión, con la figura de “coacción agravada", cuyas penas son de prisión o reclusión de dos a cuatro años”.

“Algo francamente improbable que, en el marco de la absoluta Libertad de Prensa y Expresión que actualmente goza la Argentina –continúan los directores de medios gráficos-,  algún juez de la nación pueda siquiera considerar admisible, por lo que la arremetida judicial de Clarín se parece más a una intimidación que pare la ola de críticas que recibe por no adecuar su estructura la Ley de Medios vigente, que a una reacción republicana de alguien que se siente agraviado y pretende hacer que se cumpla la ley, cuando ellos no lo hacen”.

El comunicado de Cadypba, concluye con las firmas de su Comisión Directiva en pleno que preside Juan Cambello, del diario Tiempo de 9 de Julio, vicepresidente, Jorge Déboli (Informes de La Plata); el secretario, Guillermo Fossaluzza (La Nueva Voz de Vedia; el Tesorero, Mariano Bobrik  (Opinión de la Costa, Partido de la Costa), y los vocales: Juan Eyras, (El Mensajero de la Costa de Gral. Madariaga); Ricardo Iribarne, (Protagonistas) de Mercedes y Tomás Allignani de La Voz de Bragado.

Con pocas luces y en su propia trampa



Por Jorge Déboli. Editor periodístico; vicepresidente de la Cámara de Diarios y Periódicos Pymes de la Provinciade Buenos Aires (Cadypba); Secretario de la Comisión Federal Asesora (papel para diarios).

Ante la proximidad de otro seguro revés judicial en su intento de ganar un poco de más de tiempo para que no se aplique el artículo 161 de la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (SCA) (http://goo.gl/ABNls), el monopolio mediático trata de evitar el desbande de su desmoralizada tropa que, desgastada por lo que significó durante los últimos tres años la difícil tarea de argumentar  la insconstitucionalidad de una norma similar a las que rigen en EEUU y Gran Bretaña, empieza a olfatear que está entrando agua al barco y busca el mejor tirante para salvarse de un naufragio seguro.
Cuando faltan apenas diez días para que finalice la medida cautelar que fijó la Corte Suprema de Justicia de la Nación en su fallo de mayo pasado, por la plena aplicación de la ley de SCA (http://goo.gl/g570M), ahora resulta que los campeones de la libertad de expresión, aprietan penalmente por "incitación a la violencia y coacción agravada", a periodistas, militantes y funcionarios que se vienen pronunciando por su desapego a la ley.
Incognita
¿Que dirá Adepa respecto de su principal asociado con esta persecución penal a periodistas que hacen públicas sus ideas y pensamientos?
¿Qué podrá decir la entidad presidida por el principal gerente del grupo mediático, en la empresa editora comprada por el monopolio durante la fiesta de los ’90,  a través de la
Compañía Inversora de Medios de Comunicación SA (Cimeco)?. (http://goo.gl/jnNW3).
Consultados por quien firma esta nota, algunos socios de la entidad que por ahora permanecen como tales pero tienen una mirada crítica hacia el monopolio, coincidieron en señalar que “cometieron un grave error al atacar a periodistas que opinan”,  u otros no tan críticos admitieron que ”es una señal de debilidad del grupo que tiene por finalidad amedrentar a otros periodistas para que no lo critiquen más” (al grupo Clarín).
Defensa
Para defender un precepto básico de la Democracia, como lo es la Libertad de Expresión, e
l Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS),  ahora asume la defensa de los reconocidos periodistas, Roberto Caballero, Sandra Russo, Nora Veiras, Javier Vicente, Edgardo Mocca y Orlando Barone, denunciados penalmente por el Grupo Clarin por hacer públicas sus opiniones, a las que este monopolio mediático pretende disfrazar de “incitación a la violencia”. (http://goo.gl/gmT8D).
Factor de Poder
El CELS
ya había representado ante el Sistema Interamericano de Derechos Humanos a los periodistas Eduardo Kimel (fallecido) y Héctor D´Amico (actual Secretario de Redacción del diario La Nación), y al Director del diario Perfil, Jorge Fontevecchia, en causas penales por calumnias e injurias iniciadas en los ´90 por funcionarios menemistas y un juez del Poder Judicial.
Sin embargo, el CELS  no le había tocado como ahora, defender a colegas denunciados penalmente por un factor de poder privado, como lo es el Grupo Clarín,  dado que, “no es menos grave el amordazamiento de la libertad de expresión cuando lo intenta una poderosa empresa privada que si proviene del Estado", ya que "para una y otro rige la Convención Americana sobre Derechos Humanos que, en su artículo 13, exige el respeto a la libertad de pensamiento y de expresión", sostiene la entidad defensora de los Derechos Humanos.
Calumnias e Injurias
La
Organización No Gubernamental  que preside el periodista Horacio Verbitsky, señaló que "como han sido suprimidas las figuras de calumnias e injurias (http://goo.gl/L3K36) en un caso de ostensible interés público, acuden (el grupo Clarín) a dos tipos del Código Penal que no fueron concebidos para reprimir el pensamiento y la expresión, lo cual resalta el absurdo de la intención persecutoria", por parte del grupo monopólico mediático.
La acción penal, por el supuesto delito de incitar "a la violencia colectiva" contra sus directivos, el grupo Clarín también involucra a funcionarios del Gobierno Nacional como el ministro de Justicia, Julio Alak; el secretario de Legal y Técnica de Presidencia, Carlos Zannini, el titular de la AFSCA, Martín Sabbatella, los legisladores porteños del FpV, Juan Cabandié, y el diputado nacional Edgardo Depetri También la acusación alcanza a La Cámpora, al Frente Transversal y al Movimiento Evita.
K demonizada
Inclusiones que sólo obedecen al hecho de  que la persecución penal del grupo no quede expuesta sólo apuntando a representantes de la prensa. De esta manera, pone a todos, periodistas, funcionarios y militantes políticos, dentro de la demonizada sigla K, campaña inteligentemente pergeñada por el monopolio mediático y difundida por la cadena nacional privada desde aquel 10 de diciembre de 2007, cuando asumió la actual presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
Vacio de Poder
Cuando la Dictadura Cívico Militar en 1982  tomó la irresponsable decisión de declararle la guerra a la primera potencia de la OTAN, en su intento de perpetuarse en el poder, luego de sufrir en el campo de batalla la peor de las derrotas militares que sufrió nuestro país, terminó su ciclo de varias décadas como Partido Militar hegemónico en la política argentina.
Ese vacío que dejó la Dictadura, las instituciones de la Democracia no lo ocuparon plenamente, aunque sí supo hacerlo, el grupo que monopolizaba la fabricación y distribución del papel para diario, que ese año (1982) conformó la agencia Diarios y Noticias (DyN) (http://goo.gl/kwe0E) controlada por Clarín (40%) y La Nación (40%). El 20 % restante se repartió entre 18 diarios del interior, que como socios minoritarios del grupo, conseguían el papel en cantidad suficiente  y a precio “competitivo”.
Agenda única
De esta forma, mediante un acuerdo de editar cables de Política y Economía sólo de esta agencia a cambio del papel, el monopolio supo imponer su agenda de temas en los medios de comunicación de la Argentina, por los cuales todos los argentinos diariamente debíamos preocuparnos. Un verdadero poder fáctico “garante de la gobernabilidad”,  que reemplazó al que ejercía la Dictadura, poniendo y sacando presidentes, ministros,  legisladores y magistrados, según requería la marcha de los negocios que emprendía. El famoso Cuarto Poder le dicen. Imperio que ahora, en su decadencia, sólo atina a dar golpes retardatarios para permitir una retirada más ordenada, a la espera de algún milagro que lo salve de la derrota a la que su otrora genio de los negocios, en su impune avance contra las instituciones, los arrastró.

lunes, 19 de noviembre de 2012

El discurso del amo, recitado por el esclavo

La columna de Alternativa Social encabezada por Alejandro Biondini (centro), marchó al Obelisco y Plaza de Mayo el 8 de noviembre junto a los sectores altos y medios altos porteños

Por Carlos Raimundi, diputado nacional por Nuevo Encuentro


LA DERECHA IDEOLÓGICA Y OLIGÁRQUICA. Ese sujeto lábil, escurridizo, de fronteras difusas, que da lugar al espacio ideológico cotidiano de "la derecha" o de "las ideas de derecha", o de "el pensamiento de la derecha" –a que se refiere Ricardo Forster en su trabajo "La derecha y su metamorfosis"– no se dedica a "construir ideología", esto es, a delinear un conjunto de valores y creencias que moldeen una visión a largo plazo del mundo y de la sociedad. No destinan a ello demasiado tiempo. Es más, hasta podría decirse que muchos de sus integrantes deben pensar para sí, o darlo por supuesto en todo caso, que no les hace falta "perder tiempo" en eso. No porque no necesiten una ideología para vivir, sino porque se encuentran con que esa "ideología" que necesitan para vivir, está predeterminada, premoldeada, por todo ese despliegue previo de sentido que el poder construye astutamente, con el fin de justificarse, sostenerse, consolidarse y auto-reproducirse.
La derecha no se aboca a esa construcción de sentido a través de la política, sino de otros canales de poder, que están dados por su posibilidad –muchas veces de origen económico– para incidir en el curso de las cosas, en el modo de interpretar ese devenir. Posibilidad o poder que proviene, entre otros caminos, de aquellos medios de comunicación surgidos al amparo de los intereses empresarios y corporativos dominantes, o de las instituciones del sistema educativo privado ligado a las más altas élites, de la cúpula de la Iglesia Católica. En definitiva, a través de lo que Antonio Gramsci llama "los aparatos ideológicos de las clases dominantes". Aquellos que, en la mayoría de los procesos históricos latinoamericanos (y en una suerte de "internacional" del poder), la derecha ha manejado desde el dominio o bien la cooptación del Estado, con excepción de los cortos interregnos de flujo popular. Procesos estos, a los que la derecha supo, también, cooptar o destituir, en la medida que viera lesionados sus intereses con alguna seriedad.

LAS VERDADERAS CAUSAS DE SU IRRITACIÓN. Esta derecha nunca temió demasiado a las conquistas parciales del campo popular. Es más, fueron estas conquistas parciales las que le posibilitaron justificar su "tolerancia" democrática. A lo que esta derecha teme es a la disputa de los paradigmas ordenadores de las relaciones de poder. Y a eso se debe su reacción destemplada frente a este presente de Sudamérica. No es que les tema tanto a los miles de médicos cubanos que prestigian los flamantes centros de salud en medio de las comunidades indígenas de Bolivia. Lo que no están dispuestos a tolerar es que esos indígenas que fueron sometidos durante siglos, estén hoy día tan saludables como para sostener en el tiempo la profundización de un proceso revolucionario democrático encarnado en "uno de ellos" como lo es Evo Morales, y ocupándose, ellos mismos, de las cuestiones del Estado. No le temen tanto a un aumento de salarios, como a la autonomía del Estado para tomar decisiones económicas. No se molestan tanto con que los graffitis afeen el paredón de una de sus mansiones, sino que estallan de indignación, hasta llegar al paroxismo, cuando comprueban el desarrollo de nuevas estructuras políticas populares capaces de inundar las calles y sostener con solidez el debate público desde una mirada alternativa. En definitiva, su grado de indignación es directamente proporcional a la profundidad de los intereses y las cuotas de poder que sea capaz de afectar un proyecto popular.
Voceros
De aquí, que sus voceros de clase como Beatriz Sarlo, Magalena Ruiz Guiñazú o el diario La Nación, elogiaran los "buenos modales" de la última campaña presidencial de Chile. ¿Qué nivel de conflicto profundo podía acarrear una campaña en la que sus intervinientes no se proponían alterar ninguno de los pilares fundamentales del status quo?
En la Argentina, el poder estaba acostumbrado a que una amenaza de corrida de depósitos armada por el poder financiero lograba torcerles el brazo a los sucesivos gobiernos. En cambio, la presencia de una presidenta que no se amedrenta los mueve de ese lugar hegemónico, y, por lo tanto, los encoleriza de manera reveladora.
Independencia
La disputa por la orientación de la autoridad monetaria que ejerce el Banco Central, la directiva de destinar fondos para asistir a las pymes o para la inversión financiera, la obligación de liquidar divisas en el país, son medidas conducentes a establecer, progresivamente, regulaciones al mundo financiero a las que este no se muestra dispuesto a disciplinarse. Y lo mismo podría decirse con la negativa a devaluar la moneda nacional, y con las restricciones a la liberalidad absoluta que reinó durante décadas respecto de las transacciones con moneda extranjera. Desde luego que, si esperaban recibir siete pesos (en realidad no son siete, sino lo que "ellos" fijaran luego de ganar la disputa) por cada dólar proveniente de las exportaciones de soja y el Estado sólo está dispuesto a reconocerles menos de cinco, estamos ante una derrota en el pleito por ese excedente económico que los grupos concentrados no están dispuestos a aceptar en silencio.
Inentendible sería si ocurriera lo contrario.
Reacciones
¿Cómo no van a reaccionar los grandes estudios de abogados y contadores, que, primero, arreglaron el endeudamiento usurario del país, y una vez que se hizo imposible su pago, se enriquecieron litigando contra el Estado nacional en nombre de los acreedores? ¿Cómo no van a reaccionar –decía– si hoy el Estado, por la vía del desendeudamiento, ha logrado sortear las condiciones extorsivas que le imponían los organismos internacionales de crédito, de los que ellos cobraban ingentes comisiones? ¿Cómo no va a reaccionar el mayor oligopolio mediático de habla hispana ante un modelo nuevo de país, que, no sólo lo desplaza del ficticio pedestal de la imparcialidad informativa, sino que, al obligarlo a transferir la mayor parte de sus licencias, afecta seriamente la cotización de sus acciones en las plazas financieras del exterior? Por último, ¿podemos desligar el clima de agresividad que invade a una parte considerable de nuestra sociedad, de aquellas grandes líneas de interpretación real y simbólica de los hechos, que estos factores de poder han desplegado históricamente para sostener sus intereses? 

lunes, 12 de noviembre de 2012

El 8N y el traje nuevo del emperador

El pasado 8 de noviembre (8N) los sectores medios y altos, realizaron un
cacerolazo en contra de algunas medidas del gobierno nacional. Archivo

Por Jorge Déboli, Editor periodístico; Vicepresidente Ejecutivo de la Cámara de Diarios y Periódicos Pymes de la Provincia de Buenos Aires (Cadypba), Secretario de la Comisión Federal Asesora (papel para diarios).

«Sólo porque todo el mundo crea que algo es verdad, no significa que lo sea» Hans Christian Andersen

La implantación de las políticas neoliberales en nuestro país se remontan a mediados de la década del ’70, para ser más preciso al 4 de junio de 1975,  cuando el tristemente célebre ministro de Economía del gobierno de Isabel Perón, Celestino Rodrigo, implementó un inédito y brutal ajuste, que nadie pudo prever su alcance, que luego los argentinos bautizaríamos como el “Rodrigazo.
La medida fue implementada luego de más de dos años de precios estabilizados por el Pacto Social acordado entre la Confederación General Económica (CGE) y la CGT, durante los gobiernos de Héctor J. Cámpora, Juan Domingo Perón Perón, e Isabel Martínez de Perón, que incluyó aumentos del dólar, la nafta y las tarifas públicas, cuyos índices fueron en promedio del 100%, pero que en algunos casos alcanzaron el 200 %, y se complementó con la liberación de las tasas de interés, subas en los precios sostén para el campo, entre varias medidas.
Hobby
En rigor, “a Rodrigo más le preocupaba atender las rosas del jardín de su casa –según relató un funcionario de entonces, que hoy representa al Estado en la firma Papel Prensa-, que analizar las medidas económicas que le hacía firmar su segundo en la cartera de Economía, el empresario liberal, Ricardo Zinn”, verdadero mentor del paquetazo, ideólogo e hilo conductor del neoliberalismo en la argentina a través de los sucesivos gobiernos que sucedieron a Isabel Perón, hasta que falleció a mediados de los ’90. (ver Clarin del 4/6/2005: http://goo.gl/CefSm ).
Estado de Bienestar
Por aquellos años, anteriores al Rodrigazo, y a pesar de los recurrentes gobiernos militares de facto luego del derrocamiento en 1955 del gobierno constitucional del general Perón, los argentinos gozábamos del Estado de Bienestar: ocupación plena; un mercado consumidor interno muy fuerte (49% del PBI era masa salarial); apenas siete mil millones de dólares de deuda externa; un dólar competitivo que permitía el pleno desarrollo y crecimiento de la industria nacional; el índice de pobreza apenas alcanzaba el 8 %, por detallar algunas de las variables económicas de aquellos años, no opinables, previos al primer ajuste neoliberal.
La abolición
Al Estado de Bienestar, abolido a partir de aquel ajuste, le siguió la noche negra más oscura de la argentina, que finalmente explotó el 19 y 20 de diciembre de 2001, cuando el pueblo argentino salió a la calle para decir basta. Claro, las libertades de entonces no eran las que hoy rigen. Los más de 30 muertos producto de la feroz represión desatada en aquellas jornadas, dan testimonio de ello.
Hoy, los intereses de los sectores económicos concentrados, que encabeza su principal aliado y vocero, el monopolio mediático, ya sin el extinguido Partico Militar, pretenden erigirse como garantes de la gobernabilidad en la Argentina.
Inteligencia
En efecto, la multiplicidad de medios de comunicación que integran la llamada “cadena nacional privada”,  fueron los que pergeñaron e impulsaron, con mucha “inteligencia”, el denominado 8N, que si bien produjo un hecho político de envergadura, paradógicamente puso al descubierto una falencia muy grave para el propio sistema Republicano y Democrático. Como coincidieron casi todos los analistas, ningún dirigente o partido hoy está en condiciones de liderar la gestión y canalizar institucionalmente la multiplicidad de reclamos que se vieron y escucharon durante la marcha. Ellos también fueron cuestionados por los manifestantes
Libertades
Al mismo tiempo, la propia marcha del 8N demostró la plena vigencia de las libertades  cuya supuesta falta  constituían las principales consignas que se escucharon y leyeron previo y durante la misma, incluyo aquellas expresiones agresivas y agraviantes como los insultos de todo calibre que proferían contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y por ende a los casi 12 millones de argentinos que la votamos hace apenas un año.
Sin embargo, más allá de los insultos y las agresiones que como se pudo apreciar sufrieron los periodistas y camarógrafos de casi todos los canales (oficialistas y opositores), la marcha se desarrolló pacíficamente y como señalaron los editores de diarios bonaerenses: “la
absoluta libertad de expresión que hoy rige en nuestro país, (el jueves 8) se puso de manifiesto una vez más, especialmente por el trabajo de los medios denominados oficialistas, cuya cobertura periodística posibilitó al resto del país tener la palabra de los manifestantes opositores al gobierno”; que los medios que integran el monopolio mediático premeditadamente censuraron por orden del gran CEO (ver http://goo.gl/kMbDH).
Moraleja
La realización de la marcha también sirvió para resaltar otro aspecto muy importante de la vida democrática y el respeto a las instituciones: la manifestación opositora esta vez no constituyó un hecho destituyente como sí lo fue al comienzo del primer mandato de Cristina, el conflicto liderado por la denominada Mesa de Enlace por la Resolución 125,  cuando los cortes de rutas comenzaban a desabastecer a pueblos y ciudades del interior del país, y ya muchos veían un nuevo gobierno encabezado por el vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, por entonces el principal irrespetuoso de las instituciones argentinas, cuando votó en contra del proyecto del Ejecutivo, que el mismo había propuesto poner a consideración del Parlamento argentino.
La marcha opositora del pasado jueves 8 de noviembre, en la que los sectores altos y medios altos expresaron su disconformidad con el modelo que se votó en 2007, y se plebiscitó en octubre de 2011, como la fábula
de Andersen -“El traje nuevo del emperador” (http://goo.gl/Yb85N )-,  dejó una enseñanza: El CEO del monopolio está en pelotas.

viernes, 9 de noviembre de 2012

Editores de diarios repudiaron agresiones a la prensa

Anoche, durante la cobertura periodística del 8N desde Plaza de Mayo, el cronista Néstor
 Dib de D5N sufrió una salvaje agresión por parte de un manifestante.Foto Captura C5N

Editores de diarios y periódicos bonaerenses nucleados en Cadypba, manifestaron el “más enérgico repudio por las agresiones de las que fueron objeto trabajadores de prensa”, que cubrían la marcha de protesta denominada 8N, realizada ayer jueves en el microcentro porteño.

Los editores periodísticos señalan mediante un comunicado dado a conocer hoy, que “si bien los ataques a la prensa se centraron contra los periodistas y movileros de Duro de Domar (Canal 9), de 678 (Canal 7), de Telefé y CN23,  la más grave de las agresiones de hecho la sufrió mientras estaba al aire, el periodista de C5N, Néstor Dib, por parte de un manifestante, que posteriormente fue detenido e identificado como Nicolás Ayuso, de 29 años”.

La cámara empresaria del sector periodístico que preside el director del diario Tiempo de 9 de Julio, sostiene que “resulta contradictorio y preocupante a la vez, que los ataques lo hayan protagonizado personas que entre otras cosas se movilizaban reclamando “Libertad de Prensa”, que sólo la cordura de algunos de los manifestantes, evitó que las agresiones de hecho pasaran a ser una tragedia”.

Por último, los editores gráficos sostienen que “La absoluta libertad de expresión que hoy rige en nuestro país, ayer se puso de manifiesto una vez más, especialmente por el trabajo de los medios denominados oficialistas, cuya cobertura periodística posibilitó al resto del país tener la palabra de los manifestantes opositores al gobierno”, aseguró Cadypba.   
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El comunicado lleva la firma del presidente de la entidad, Juan Cambello, Tiempo (9 de Julio); Jorge Déboli,  Informes (La Plata); Guillermo Fossaluzza, La Nueva Voz (Vedia); Mariano Bobrik, Opinión (Partido de la Costa); Juan Eyras, El Mensajero (Madariaga); Ricardo Iribarne, Protagonistas (Mercedes) y Tomás Allignani, La Voz (Bragado). (InfoGEI)