martes, 31 de julio de 2012

EDITORES DE DIARIOS REPUDIAN EL ATAQUE A VÍCTOR HUGO MORALES

Asociación de Diarios y Periódicos Pymes de la Provincia de Buenos Aires



Mediante un comunicado de prensa, la Asociación de Diarios y Periódicos Pymes de la Provincia de Buenos Aires (Adypba), manifestó su "más enérgico repudio por el ataque del que es objeto el periodista, Víctor Hugo Morales, por parte de las empresas que ostentan el monopolio informativo en la argentina".

En otro de los párrafos, los editores bonaerenses señalan que "valiéndose de recursos periodísticos de la más baja estofa, las empresas de medios Clarín, La Nación y Perfil, se descalifican a sí mismas cargando en forma brutal contra uno de los comunicadores de mayor prestigio y credibilidad que reconocemos y valoramos los argentinos, el comunicador social rioplatense, Víctor Hugo Morales".

Finalmente, los empresarios pymes subrayan que "ningún interés comercial, político o de cualquier índole puede estar por sobre los intereses de la comunidad, la que, sólo espera y exige que los medios de comunicación ejerzan su rol de comunicar, y no el de considerar a los ciudadanos como meros receptores de operaciones de prensa, que ya no compran y que además les genera hartazgo", finaliza el comunicado que firman los editores

Jorge Déboli – Informes del País y la Provincia - La Plata
Guillermo Fossaluzza - La Nueva Voz – Vedia - Leandro N. Alem
Juan Cambello - Tiempo - 9 de Julio
Esteban Allignani - La Voz - Bragado
Mariano Bobrik – Opinión de la Costa - Partido de la Costa
Estela Díaz - Colón Doce - Colón
Juan Eyras - El Mensajero de la Costa - Gral- Madariaga

lunes, 30 de julio de 2012


Escuela de periodismo                                                                                           

Por Jorge Déboli, Editor periodístico; Secretario de la Comisión Federal Asesora, para la Promoción y Uso Sustentable de Pasta Celulosa y Papel para Diarios. 

                                                                                     

            Una anécdota que circula entre los trabajadores de prensa, dice que un joven periodista, que había entrado a trabajar en la redacción de un influyente diario, el jefe de redacción le encargó que elabore una nota sobre “Dios”. El periodista mientras daba media vuelta para encaminarse a su escritorio pensando el enfoque que debía darle a la nota, a poco de andar, se volvió sobre sus pasos y le preguntó a su jefe: cómo quiere la nota, “a favor o en contra”.    
            Este relato, que más allá de ser cierto o no, recuerda el testimonio de la periodista platense Verona Demaestri durante las audiencias convocadas por la Cámara de Diputados de la Nación con motivo del debate sobre la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, cuando contó que sus estudios universitarios durante los años ’90, en una de las materias que cursaba, tenía que redactar dos notas, una a favor y otra en contra, sobre dos personajes, el más querido que resultó Estela de Carlotto, y el más odiado, Jorge Rafael Videla. Ante tal disyuntiva, Demaestri se negó a participar del ejercicio y se retiró de la clase.
            Pero aquella escuela de periodismo, no se terminó con la segunda década infame; hace apenas unos años, otra joven periodista que actualmente trabaja en la redacción de Clarín, contó que antes de ingresar al staff estable del monopolio mediático, cursó un seminario sobre periodismo que ese diario dictaba en la Universidad Austral, donde el mismo ejercicio, aunque con otra temática, se reiteraba.
En nuestros días, el producto de aquella escuela que se forjó en los ´70 bajo las premisas neoliberales de la dictadura, está en pleno desarrollo, tratando en vano, desde hace nueve años, de quebrar la estabilidad política y económica de la que gozamos, para imponer un gobierno lo suficientemente débil como para que el poder mediático para el cual trabajan, recobre el rol de garante de la gobernabilidad, heredado del “Partido Militar”, luego de Malvinas.
Inicio de hostilidades
Curiosamente, la estrategia de disciplinamiento del gobierno que iba a surgir del ballotage en mayo de 2003, entre Néstor Kirchner y Carlos Menen, la inició el ex vicedirector de La Nación, José Claudio Escribano, luego de entrevistar al primero de ellos, el 5 de mayo de ese año, y no el monopolio que acompañó los dos primeros años de gestión kirchnerista.
Por entonces, Escribano presidía la Asociación de Entidades periodísticas Argentinas (ADEPÄ), con fuerte influencia dentro de la corporación judicial y en buena parte de los editores de diarios asociados a la entidad, sobre la que el grupo Clarín, aún no tenía demasiado predicamento.
Ese día, a Escribano lo esperaban en Adepa varios miembros del Consejo Directivo, ansiosos por conocer el resultado de la reunión con el patagónico; expectativa que se despejó cuando lo vieron entrar con el rostro enrojecido -como se le torna cada vez que es contrariado-, entonces sus interlocutores presagiaron que no traía buenas noticias: “Parece que esta vez va en serio”, fue lo primero que escucharon sus colegas de la mesa chica de Adepa.
Escribano le había llevado a Kirchner, un  “pliego de condiciones”, tal como lo denominó el periodista Horacio Verbitsky, con cinco puntos que supuestamente el patagónico tenía que respetar si no quería que su gobierno dure un año (ver link: http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-20265-2003-05-18.html).
Plazos
Ahora, que la Corte Suprema le puso fecha de vencimiento a la cautelar que beneficiaba a Clarín para no cumplir con el artículo 161 de la ley de medios, y por lo tanto está obligado a vender cerca de 240 licencias de TV antes del 7 de diciembre próximo, es decir, apenas dentro de cuatro meses y días, la tríada que conforma con La Nación y Perfil, intensificaron su discurso unívoco que pretende que los argentinos creamos que estamos o vamos a estar en poco tiempo peor que España o Grecia.
Para ello, han empezado a utilizar una serie de recursos reñídos con las buenas prácticas de la profesión e incluso sus propios manuales de estilo, que llegan hasta la mentira, ya que cuando son desmentidos por el gobierno o la propia realidad,  no se dan por enterados y mucho menos, se rectifican.
Agenda periodística
El discurso de los medios dominantes en estos últimos meses, incluye temas como el de la inseguridad, la corrupción, la “confiscación de YPF”, el dólar “Blue”, la inflación, el destino que se le da a los recursos del Anses, las trabas a las importaciones de Moreno, la “caída” de la economía, el cuco de la desocupación, etc., etc., que a cualquier precio, trata de recrear las condiciones que desembocaron en el 19 y 20 de diciembre de 2001 que se llevó puesto a Fernando de la Rúa.
Con esta agenda de temas que de alguna manea logran instalar, pero fundamentalmente con el económico, estas empresas y sus esbirros, construyen una realidad mediática que quizás años atrás, cuando todavía gozaban de cierta credibilidad y prestigio, prendía inmediatamente en la sociedad generando corridas bancarias con los depósitos o el dólar, debilitando a los gobiernos o peor aún, sacándolos, como ocurrió con el ex presidente Ricardo Alfonsín que se tuvo que ir seis meses antes de finalizar su mandato, luego de la hiper desatada a partir de una tapa de Clarín en mayo de 1989 con una frase de Guido Di Tella, pero dicha en enero de ese año, promoviendo “un dólar recontra alto”. 
El contexto
Lo cierto es que objetivamente en los últimos nueve años, la Argentina registró el período de mayor crecimiento de la economía en toda su historia, a un promedio del 7,7 % anual. En tanto que en los tres primeros meses de este año, registró un crecimiento superior al 5,2 %, superado por China (5,6 %), pero por encima de México (4,6%), Estados Unidos (2%), Alemania (1,2%) y Brasil (0,8%).
Respecto de la inversión, de la que tanto habla el establishment por su supuesta falta: durante el 2011 alcanzó niveles récord  hasta alcanzar un 24,5%; es decir, el mayor en los últimos 30 años. En el primer trimestre de este año, a pesar de la crisis global, la inversión en nuestro país estuvo en el 21,4% sobre el PBI, superando incluso, los niveles de inversión registrados en el mismo período, en Estados Unidos, Alemania, Italia y Brasil.
Respecto al comercio exterior, más que duplicó su participación en el producto, pasando del 17% registrado en los años ‘90 alcanzando el 35,5% en 2011.
En los primeros cinco meses de este año, el saldo comercial se incrementó un 33% respecto al mismo período de 2011, por sobre encima de los índices registrados en Estados Unidos, Brasil y Chile, que registraron caídas en ese sector, y siguen los récords.
Deseos
Por efectos de la crisis financiera a escala mundial, resulta obvio que este año la economía argentina tendrá un crecimiento menor al registrado en 2011, que no obstante, las proyecciones lo ubican con un crecimiento apenas dos puntos o tres por debajo del promedio de estos 9 años. Pero de ahí, hablar de recesión como lo vienen haciendo algunos economistas y medios opositores al modelo, ignorando o pretendiendo ignorar que la recesión se da a partir de dos trimestres consecutivos de caída, está muy lejos, lejísimo de cumplirse los deseos de quienes conducen el monopolio mediático para seguir manteniendo sus privilegios.
Ya transitando el segundo semestre de 2012, sin tiempo, ni espacio político para contragolpear,  pero además sin credibilidad, aunque sí, todavía con algún poder de fuego (de salvas), siguen haciendo daño, pero que no podrá llevarnos al caos que imaginan desatar. Tampoco hay que subestimarlos. Llevan casi un siglo y medio escribiendo la historia.


lunes, 16 de julio de 2012


Panorama político bonaerense


La madre de todas las batallas  (parte II)

Por Jorge Déboli, Editor de Informes. Secretario Administrativo de la Comisión Federal Asesora para la Promoción y Uso Sustentable de Pasta Celulosa y Papel para Diarios (Ley 26736).

El conflicto de proyectos entre los gobiernos, bonaerense y nacional, a partir del prematuro anuncio, del gobernador Daniel Scioli,  de su candidatura a presidente de la nación en 2015, parece hacer entrado en una etapa de sinceramiento de posiciones.
Hasta ahora, la relación entre el gobierno nacional y provincial era de permanente tensión por las declaraciones y encuentros que Scioli recurrentemente mantiene con dirigentes políticos y gremiales opositores al kirchnerismo, pero siempre dentro de los carriles que el juego político democrático admite, y a pesar de su óptima relación con el monopolio mediático, principal aliado del poder económico concentrado, que desde el mismo momento que Cristina asumió su primer mandato en 2007, busca en vano destituir.
Sin embargo, la falta de fondos para pagar el aguinaldo a los trabajadores del Estado provincial, no responde a ninguna deuda que mantenga el Estado nacional con la provincia de Buenos Aires por coparticipación o cualquier otro concepto,  sino a la imprevisión del mandatario bonaerense, que se desprende del propio presupuesto provincial.
En efecto, cuando Scioli envió el proyecto de presupuesto a la Legislatura, lo hizo en base a dos supuestos: el primero que no iban a variar las condiciones de las fuentes de financiación  internacionales, para seguir endeudando a la provincia; el otro supuesto fue que, si la crisis global no permitía lo primero, como era obvio que iba a ocurrir, el gobierno nacional lo iba a seguir auxiliando como lo vino haciendo los últimos cuatro años.
“No vamos a financiar su campaña a presidente”, dicen desde el kirchnerismo, luego de girarle mil, de los dos mil quinientos millones que necesita para pagar los aguinaldos.
La gran batalla   
La madre de todas las batallas vuelve a reeditarse en la provincia de Buenos Aires, ahora en su nueva versión, con el proyecto “Daniel Scioli 2015” confrontando con el proyecto que inició Néstor Kirchner en 2003, que hoy, contra viento y marea, y a pesar de la agorera cadena nacional opositora, profundiza la presidenta de la Nación.
Po
r los proyectos en juego, la actual versión, es casi un espejo de la que protagonizaron Néstor Kirchner y Eduardo Duhalde en 2004/2005,  cuando el patagónico  truncó las aspiraciones del hasta entonces jefe político del mayor distrito del país, haciendo jugar a la dama en el complejo tablero bonaerense. Fue así que Cristina Fernández de Kirchner, obtuvo más de tres millones de votos  (40,66%) en las elecciones de octubre de 2005 para senadores nacionales, ganándole por amplio margen (más del 22%) a Hilda Beatriz González (Chiche Duhalde),  que obtuvo un millón 300 mil votos (18,15%).
Solución popular
Claro, las elecciones de ese año significaron la solución  de la dura pelea que empezó ni bien arrancó 2004, cuando el ex presidente provisional comenzó a perder influencia en el gabinete de Kirchner, sobre todo a partir de las diferencias que empezaron a darse con su ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien terminó eyectado del gobierno a fines de 2005, resolviéndose así la disputa de proyectos, con
un gabinete homogéneo, lejos de las influencia del ex gobernador.
Si bien la “batalla” que hoy se da en la provincia respecto de aquella  tiene contextos diferentes, el fin es el mismo (alinear la provincia de Buenos Aires, con el proyecto nacional), pero por cierto, la actual es mucho más complicada, por las características que la revisten, y para su solución ya ni siquiera alcanzan los casi doce millones (54 %) de votos que sacó Cristina hace apenas ocho meses.
Claro que el objetivo no incluye “forzar la renuncia del gobernador”, como algunos anti sciolistas especularon horas antes cuando se anunció la conferencia de prensa  que dio el domingo 8 de julio pasado. “Al otro día de asumir Mariotto, la bonaerense le tiraría un muerto” para marcarle la cancha, dicen desde el Frente para la Victoria bonaerense descartando esa hipótesis.
El gran restaurador
El principal problema que señalan desde el kirchnerismo, no es Scioli en sí mismo, sino la protección mediática de la que goza por parte de los medios concentrados, que lo cuidan como la “esperanza blanca” del establishment.
“En los cuatro años y medio que lleva gobernando la provincia no ha producido ningún cambio destacable”, y enumeran los problemas sin resolver que tienen los bonaerenses desde hace muchos años: inseguridad, déficit presupuestario, baja carga impositiva para los que más tienen, por nombrar los más notorios, y por los cuales, debido a esa protección, “Scioli no paga ningún costo político”, dicen sus detractores.
Descartado el jefe de Gobierno porteño -por lo complicado de su situación procesal-, como el candidato natural del proyecto neoliberal restaurador, el temor de los que defienden el actual modelo, es que a partir de 2015, Scioli sea el instrumento para restablecer “las políticas neoliberales y termine de un plumazo con los juicios y las condenas por los delitos de Lesa Humanidad cometidos durante la Dictadura Cívico Militar”.
Las razones del establishment
Los juicios por los delitos cometidos durante la dictadura, ahora entran en una fase en la que se comienza a juzgar a los civiles partícipes del genocidio ocurrido en la argentina entre 1975 y 1983, período en el cual, l
a “Unidad de Investigación de Delitos de Lesa Humanidad con motivación económica”,  investiga la participación de las empresas en la instauración de la represión ilegal.  Esta unidad, también lleva registradas hasta el momento 604 empresas apropiadas durante el accionar represivo.
Los casos más emblemáticos son los siguientes:
- Martinez de Hoz acaba de tener un revés en la justicia. La Corte Suprema de Justicia de la Nación resolvió declarar improcedente el recurso extraordinario presentado por su defensa, en el marco de la causa en la que se lo procesó con prisión preventiva por el secuestro extorsivo de los empresarios textiles Federico y Miguel Guthein, ocurrido durante el último gobierno militar y declarado delito de lesa humanidad.
- Carlos Pedro Blaquier, dueño del Grupo Ledesma, otro civil de peso que debe comparecer en el primer juicio oral y público por crímenes de lesa humanidad en Jujuy, por “la complicidad de esa compañía en buena parte de los crímenes investigados”.
- Héctor Magnetto y Bartolomé Mitre: están abiertos procesos penales contra estos directivos de los diarios Clarín y La Nación, por presuntos delitos, económicos y de Lesa Humanidad: el traspaso de acciones de Papel Prensa, que llevan adelante el Juez Federal de Capital Federal, Julián Ercolini (hoy recusado por la defensa del grupo mediático y a resolución de la Cámara de Casación); y el que se sustancia en los Tribunales Federales de La Plata, en el llamado circuito Camps.
Delitos pos dictadura
- Pero como si fueran pocas las razones del establishment para contar en 2015 con un candidato funcional a sus intereses, ahora se sumó el fallo de la Cámara Nacional en lo Criminal y Correccional Federal, por el que acepta a la Unidad de Información Financiera (UIF) como querellante en la causa donde se investigan presuntas operaciones de fuga de divisas que habría realizado el JP Morgan por un monto aproximado de 5 mil millones de dólares.
En dicha causa, estarían involucrados los principales directivos del Grupo Clarín y unos doscientos empresarios y personajes influyentes de nuestro país,
que figuran en una nota que publicó el diario Crítica de la Argentina, firmada por su entonces director, y actual periodista ultra opositor al gobierno, Jorge Lanata 
(Ver:  http://www.criticadigital.com/tapaedicion/diario_web_112__.pdf)
La causa, caratulada “N.N. sobre delito de acción pública”, que lleva adelante el Juez Sergio Torres, fue iniciada en junio de 2008 a raíz de la denuncia presentada por Hernán Arbizu, ex vicepresidente de la Banca Privada de JP Morgan -sucursal Nueva York-, quien se autoimputó como integrante de una asociación ilícita dedicada a lavar dinero, evadir impuestos, generar documentación falsa, entre otra serie de delitos.  Ahora, con el fallo de la Cámara, la causa cobrará ritmo después de cuatro años de chicanas judiciales que permitió dicho juez, para que la causa duerma en un estante, a la espera de un gobierno menos molesto. (Continuará)